CRÓNICAS DE LA VILLA DE FUENTELCÉSPED

Creando futuro, recuperando el pasado

martes, 27 de octubre de 2015

Crónicas históricas sobre la villa de Fuentelcésped (I) (Siglos XI-XV)


Crónicas históricas sobre la villa de Fuentelcésped (I)
(Siglos XI-XV)

Tal y como en su momento se trató de demostrar, según diversos autores –incluida la teoría de este cronista- habíamos llegado a un remoto pensamiento en el que situábamos a los primeros pobladores de Fuentelcésped en torno de a principios del Siglo XI – Pedro Sanz Abad la sitúa a mediados o finales de dicho siglo –

 A pesar de que muchas noticias nos hablan de la repoblación arandina en el siglo IX, un dato documental, por supuesto más fiable por tanto que el anterior, nos traslada al 1.088 al celebrarse en Aranda el denominado Concilio de  Husillos, lo que ya reviste a la villa arandina de unas grandes características, casi de ciudad, lo suficientemente grande, para que otras aldeas de avanzadilla al sur, a modo de colonos en la Reconquista, se vieran protegidas de algún modo por la proximidad de Aranda, de la aceifas morunas que acosaban constantemente a estas pequeñas e incipientes poblaciones.

 Y entre esas pequeñas aldeas surgidas más al sur, casi con seguridad se encontraría en sus comienzos lo que actualmente es conocido como la Villa de Fuentelcésped que es la que nos ocupa, sin que se conozca, por supuesto, ninguna batalla en la conquista de su territorio, lo cual nos da una idea clara de una repoblación de tierras de nadie al no conocerse ningún castro primitivo, ruinas romanas u otro vestigio anterior similar que nos permita dotar al lugar de otra antigüedad muy superior, pero tampoco puede demostrarse otra inferior a los siglos X u XI, poniendo especial énfasis en este último siglo y casi con seguridad documentada en los primeros años.  A pesar de ello, este cronista se inclina que los primeros asentamientos en la Villa, cuando ni siquiera era aldea, tanto la Villa de Fuentelcésped, habría cumplido su primer milenio, desde que el primer repoblador se asentó en sus tierras, cerca de la actual fuente grande y al abrigo del cerro de Santa Barbara, junto al abundante césped que entonces cubría el lugar que ahora ocupa la Plaza de España.



Teniendo en cuenta las etapas de la reconquista, afirma Pedro Sanz, y repoblación de la región meridional del Condado de Castilla, podemos pensar que el poblado primitivo de Fuentelcésped pudo nacer hacia finales del siglo XI, - Época algo posterior a la que señala el cronista, cuando realmente se habla del primer asentamiento en el lugar -. cuando, después de rechazada la última expedición musulmana contra Lara y los montes de Oca, el Rey Fernando I de León, Conde de Castilla, lanzó una gran ofensiva contra los reinos moros y tomó gran parte de la Extremadura «como corre el Duero desde Soria por Almazán, Osma, Aranda y Simancas por la una y la otra orilla hasta donde se extendía entonces el Condado». Hemos de relacionar el nacimiento de este poblado con el castillo de Torregalindo, que vigilaba el valle del Riaza, ya que, según se cree, en el monte de Santa Bárbara, bajo cuyo pie se cobija el caserío de la villa, había establecida una atalaya con la misión de avisar la proximidad del enemigo.

Atalaya, fortaleza, castillo o palacio que ya aparece en las crónicas del Cura Rionegro en el S- XVIII: No hay castillo, pero en la expresada cuesta de Santa Barbara desde donde se registran castillos y atalayas a distancia de algunas leguas, arrimando a la Ermita hay unas tapias de cal, argamasa y sola tierra con señales de haber sido o gran casa ó castillo ó atalaya. De tradición nada viene firme: unos dicen que fue Palacio de los Señores antiguos, otros que si fortaleza que el Señor Conde Fernán González hizo para defensa de esta tierra, en que anduvo,

También pudiera tratarse de las “ruinas” que al principio del S-XIV  Diego Ordoñez durante el largo periodo en que ha sido arrendatario de Fuentelcésped, a través de la Vid, ha construido una “casa fuerte” en la aldea, seguramente en el alto de Santa Barbara, casa fuerte que a requerimiento del Monasterio de la Vid, el monarca castellano Alfonso XI manda derruir. La existencia de esta construcción era contraria al señorío de la Vid. Los premostratenses se oponen a que haya una casa fuerte de los señores feudales  que perpetúe su dominio. Y de hecho, mientras en los pueblos de alrededor hay escudos feudales, no los hay en Fuentelcésped.




Sin necesidad de acudir a más pruebas documentales, de las que, por otra parte, carecemos, podemos afirmar que el primitivo poblado -«Fuente el Céspet», que dicen los primeros documentos, sobre todo el primero conocido que data del año  1.177, por lo que ya estamos hablando del siglo XII, y se supone al menos más de 100 años antes el primer asentamiento de la aldea; este documento que trata acerca de un pleito sobre los términos de Guma y Vadocondes, en dicho documento se mencionan  como peritos para recorrer términos a dos vecinos de Fuentelcésped: “ de Fuent Cespet, Quusso Ruuio, Micael Baraia”. Siendo estos los nombres de dos vecinos de Fuentelcésped más antiguos que conocemos, según este documento - , como otros muchos pueblos de la región (Fuentespina, Fuentenebro, Fuentelisendo...), nació junto al manantial que aflora abundante de la ladera del citado monte de Santa Bárbara. Las aguas de la fuente discurrían por su cauce natural hacia la plaza, donde tanta humedad produciría el necesario césped, para con la fuente conformar el nombre de la población, allí junto al césped lógicamente existiría una charca alimentada por el agua de las fuentes donde abrevaría el ganado; pero con posterioridad sería  necesario desviar las aguas y encauzarlas, principalmente cuando en el siglo XVII se decidió levantar la actual iglesia parroquial, de la que se comentará en el siguiente capítulo; debieron comenzar la antigua iglesia en el primer tercio del siglo X, antes del 1.130 casi con seguridad.

Con ello se consiguió un doble fin: librar de humedad a la nueva construcción y aprovechar mejor el caudal. De entonces datan la fuente actual, el lavadero y el encauzamiento de las aguas restantes hacia el camino de Aranda. -Para el aprovechamiento completo de las aguas que portan las capas freáticas del monte de Santa Bárbara en la primavera de 1.975 se procedió a la apertura de un pozo al lado de la iglesia, el cual ha proporcionado un caudal de nueve litros por segundo, cantidad más que suficiente para el abastecimiento de todas las casas del pueblo-.



De la primitiva iglesia, como iba comentando, de claro estilo románico por su época de construcción y por la “prueba” de dos capiteles de la misma que se conservan en la llamada sacristía vieja, muy modesta debió ser, por cierto, como correspondería al escaso vecindario . Su estilo muy similar a la cercana y actualmente arruinada: del Casuar, y con un atrio o portal bajo arcos en su muro meridional, donde algunas veces se reunía el concejo, en el caso que no lo hicieran “so la rama del nogal” que debía estar frente a la puerta del templo, y con el tiempo las autoridades eclesiásticas lo eliminarían por ser un rito pagano, reunirse bajo las rama de un árbol, aunque algunas también cristianizaron, este, tan  comentado, rito.

Simultáneamente a los comienzos cuando el pueblo se levantaba, se iba roturando la tierra del entorno, y los rebaños de ovejas y cabras pacían en los terrenos baldíos comunales –esto es, pertenecían a todos los vecinos y eran extensísimos entonces: todo lo no roturado- y los primeros barbechos así como el monte –también comunal y bastante más extenso que en la actualidad- del cual sacaban la madera para la construcción del caserío y leña para el hogar. Todo en régimen comunitario y gratuito: solo eran privadas las tierras cultivadas.

A lo largo de toda la baja Edad Media, inclusive en la posterior Edad Moderna, no nos cabe la más mínima duda de que Fuentelcésped disfrutase de una personalidad jurídica claramente singular respecto al conjunto de la Ribera burgalesa del Duero, lo que sin duda revirtió en un profundo desarrollo artístico con características propias. Su situación  en el extremo sur de la comarca arandina, en estrecho contacto con Segovia, propició que se quedara bajo la jurisdicción de este núcleo castellano como fruto del proceso de la Reconquista. Ésta afectaría de diferente modo y forma al territorio burgalés, se establecieron diversas fases que tenían en sus principales cursos de agua los hitos sucesivos del avance repoblador; como ejemplo sirvan las diversas fortalezas erigidas a orillas del Duero, las cuales asegurarían la presencia cristiana en las tierras recuperadas al norte, y por tanto permitiendo el impulso de la Reconquista hacía el sur peninsular.



El fenómeno reconquistador, por tanto, en aquellos primeros años influiría, sin duda, en el esquema organizativo de las comarcas ubicadas en los márgenes del Duero, esa línea que marcó durante muchos años la Extremadura, conocida también como límite de la Reconquista.

Al norte de la línea, el sistema de alfoces incluía entonces la mayor parte de las poblaciones ribereñas, mientras que en  la zona sur surgirían las comunidades de Villa y Tierra que se caracterizaban por un mayor grado de autonomía en sus concejos.

Dentro de la zona arandina, concretamente, las poblaciones situadas al sur del río Duero y unos pocos enclaves al norte de este, pertenecieron a algunas de estas comunidades de Villa y Tierra.

Las comunidades de villa y tierra constituyeron una forma de organización política de la Extremadura castellana, las tierras conquistadas por el Reino de Castilla a Al-Ándalus entre los siglos XI y XII. La comunidad de villa y tierra consiste en tierras comunadas que incluían a distintas aldeas alrededor de una villa mayor y que se subdividían, a su vez, en seis sexmas u ocho ochavos. Estas tierras podían ser, según su dueño, de realengo si son del Rey, de abadengo si son de un abad o de un obispo, de solariego si son de un noble u orden militar o de behetría si son los propios habitantes quienes eligen al señor.
En este nuevo sistema, el centro y eje del esquema administrativo será la Villa. Los vecinos o villanos, organizados en concejo, reciben del Rey un amplio territorio de centenares y aún millares de kilómetros cuadrados, sobre el que van a ejercer los derechos de propiedad y organización que anteriormente correspondían al Rey, magnates y abades.

Este fue el caso de la Villa de Fuentelcésped que, junto a Milagros, Pardilla y Santa Cruz de la Salceda, dependería de la comunidad de Villa y Tierra de Montejo, aunque posteriormente ya en 1.239 se integra en las posesiones del monasterio de La Vid como veremos a continuación.

Estas tierras quedaron pronto bajo la jurisdicción de los señores de Aza, que lo serían también de Torregalindo años después. Entra dentro de lógicas posibilidades que la primitiva iglesia románica, que ocupaba menos de la mitad del espacio de la actual, y lógicamente de estilo románico se levantara en el lugar indicado a mediados del S.XII o principios de XIII, como se puede deducir, y casi con seguridad los mecenas de su construcción fueran los citados señores de Aza, y también existe la posibilidad que estuviera dedicada a la advocación de San Miguel.   En 1.236, mientras Fuentenebro y Campillo eran aldeas de esta villa. Fuentelcésped reconocía por señor a D. Fernando Gómez, favorito del Rey Fernando IIl el Santo. Pertenecía este señor a las Casas de Roa y Aza y en el año 1.217 hízose hermano del convento de Premostratenses de La Vid, donde quiso ser enterrado. A cambio de este favor hizo donación al convento del quinto de todos sus bienes, en el cual entraban sus posesiones en el lugar de Fuentelcésped.

 Pues bien, en dicho año don Fernando Gómez, hizo donación del “mi lugar de Fuentelcésped” al Monasterio de la Vid y a su abad D. Esteban, la donación incluye el “señorío” don Fernando detentaba; y todo “porque roguedes a Dios por la mi almae aya parte en vuestras oraciones y sacrificios”. Tras la muerte de este, dos sobrinos y herederos suyos intentaron  por todos los medios anular la donación, sin poderlo lograr. Por lo tanto en 1.227 Fuentelcésped pasaría del señorío laico, o solariego con seguridad, al eclesiástico, denominado de abadengo.
   


Como he dicho anteriormente, sus sobrinos y herederos, D. Gómez de Gonzalo y Doña Sancha de Gonzalo, no se conformaron con tal donación y, alegando que el pueblo de Fuentelcésped no podía estar comprendido en el quinto de la herencia, presentaron pleito al convento, pero en el mes de marzo de 1.232 el Rey Fernando dictó sentencia, confirmando el derecho del mismo. D. Fernando Gómez no tenía dominio sobre todo el término de Fuentelcésped, puesto que en 1.254 D. Pedro Núñez de Guzmán, su esposa las Casas de Guzmán y de Roa y estaba muy vinculado al convento de La Vid, donde se hallaban enterrados sus padres D. Pedro Núñez y Doña Urraca García de Roa. La esposa del primero, llamada Dña. Urraca García de Villamayor, era señora de Gumiel de Mercado. Reunían en sus manos los esposos, pues, los señoríos de Roa, de Guzmán y de Gumiel de Mercado. Esta venta dio lugar a un segundo pleito contra el convento, que fue sustanciado a su favor en 1304 por las Cortes de Toledo, presididas por Alfonso X el Sabio, hijo de Fernando III “El Santo”. Con estos últimos datos, se pretende explicar la causa de la pertenencia de la Villa de Fuentelcésped al monasterio de La Vid. Doña Urraca García y su hijo D. Juan Pérez de Guzmán, poderosos señores castellanos, vendieron al convento citado varias heredades, que poseían en el pueblo. D. Pedro Núñez de Guzmán era señor de las Casas de Guzmán y de Roa y estaba muy vinculado al convento de La Vid, donde se hallaban enterrados sus padres D. Pedro Núñez y Doña Urraca García de Roa. La esposa del primero, llamada Dña. Urraca García de Villamayor, era señora de Gumiel de Mercado. Reunían en sus manos los esposos, pues, los señoríos de Roa, de Guzmán y de Gumiel de Mercado. Esta venta dio lugar a un segundo pleito contra el convento, que fue sustanciado a su favor en 1304 por las Cortes de Toledo, presididas por Alfonso X el Sabio.

En los ciento veinte años que van entre 1.217 a 1.347, de la que datan una docena de documentos referidos a Fuentelcésped, desarrolla una permanente pugna entre el Monasterio y los señores feudales de la comarca por el control sobre Fuentelcésped. Esa es la síntesis del sentido de la historia de ese periodo, que es similar a la acaecida en otros territorios de la Corona de Castilla: la lucha interna de las potestades feudales por hacerse con fuentes de ingresos disputando entre sí. En esta lucha, el Monasterio de la Vid era uno más de los contendientes, aunque tenía a su favor los títulos de propiedad y señorío más antiguos –de 1.217, como he indicado-. Es por eso por lo que siempre considerará a Fuentelcésped como algo suyo y que los señores feudales quieren usurparle de mil maneras, como se verá.    

(Sobre el Monasterio de La Vid)
En torno al año 1140 Sancho Ansúrez y Domingo Gómez de Campdespina, dos nobles castellanos, que habían profesado en la abadía francesa de San Martín de Laón regresaron a Castilla en donde fundaron las dos primeras abadías premonstratenses españolas. Sancho Ansúrez, con la eficaz ayuda de su poderosa familia, fundó el monasterio de Santa María de Retuerta y Domingo Gómez de Campdespina el de Santa María de Monte Sacro, situado en la orilla derecha del Duero a unos dos kilómetros del emplazamiento actual del monasterio. Pocos años después, en 1152, Alfonso VII confirmaba a la Iglesia de Santa María de Monte Sacro, a su abad Domingo y a sus sucesores la propiedad de "illo loco qui vocatur Vide", poniendo como condición que "ibi sub beati Augustini regula commorantes abbatiam constituatis". Las obras de construcción de la primitiva abadía duraron seis o siete años, según recoge alguna de las crónicas premonstratenses que se conservan en el archivo del monasterio, lo que permite suponer que alrededor de 1160 la comunidad de Monte Sacro se había instalado ya en el nuevo monasterio vítense. Pero ¿Serían los monjes premostratenses de La Vid los que trajeron de Francia la cultura del viñedo a la comarca? . Ellos poseían sus viñedos y bodegas en La Vid, allí llegaron en 1.142 comenzando a edificar el monasterio en 1.156

Respecto al cultivo del viñedo en el término de Fuentelcésped tenemos noticias por un documento del siglo XIII, correspondiente al monasterio de La Vid, de que se tasaba en cuatro dineros el que llamaban «quarterón» de vino de Fuentelcésped (quizá la cuarta parte de la «fazada»), y en 1338 la cántara valía maravedí y medio.

Sería en el año de 1254 cuando Pedro Núñez de Guzmán vende a la Vid por 1000 maravedís fincas, casas, solares y “arroturas” que ha mandado hacer en Fuentelcésped. Esto indica que a pesar de que el señorío y la propiedad lo detentaba el Monasterio, los poderosos se atrevían a colonizar el territorio de la aldea para luego vender a la Vid las mejoras realizadas

A pesar de las sentencias favorables al convento, de que acabamos de hacer mención, no disfrutó éste con tranquilidad de sus posesiones en el pueblo, pues, según nos dice un folleto anónimo, editado en Aranda en 1911, el Monasterio arrendó sus tierras en 1.304 y 1316 respectivamente a Pedro Martínez de Teroa y a Diego Ordóñez de Teroa, pero los arrendadores no cumplieron las condiciones del contrato y el Abad consideró conveniente a sus intereses volver a arrendar parte o la totalidad de lo arrendado, pues en 1.326 La Vid arrienda la aldea de Fuentelcésped al mismo Diego Ordoñez por 18 años y la misma renta -4.000 maravedís- “con todos sus términos y todos sus vasallos, solares poblados e por poblar, a heredamientos e viñas de pan e vino llevar…”

Respecto al proceso de roturación de la tierra inculta y a los primeros cultivos, consta que ya en la época medieval se labraban, aparte de tierras de “pan llevar”  dedicadas a trigo y otros cereales, viñas. En un documento de escritura de bienes raíces otorgada en 1.346 por Ramir Flores al Monasterio de la Vid se citan numerosas viñas situadas en el término de la aldea de Fuentelcésped. Este documento es interesante también porque menciona como linderos una viña “del capellán de Santa María de Nava” y “la carrera del molino”, lo que indica que a mediados del siglo XIV ya tenía culto institucionalizado la Virgen de Nava y ya se había construido un molino. Pero lo más interesante, nos relataba también  Ángel García Sanz, que el documento cita bastantes viñas, lo que descarta que el viñedo fuera cosa de la época moderna: ya existía en el medioevo, aunque su extraordinaria difusión no ocurra hasta los siglos XVII y XVIII. Casi con seguridad la historia interna de Fuentelcésped durante sus cinco primeros siglos de existencia – entre los siglos XI-XV- fue en sus rasgos fundamentales como se ha descrito más en base a la imaginación que a los documentos. Sin embargo se han conservado documentos de la época, que por supuesto no se refieren a la historia interna de la comunidad de los primeros pobladores de Fuentelcésped, sino a conflictos sobre propiedad, señorío y competencias jurisdiccionales que tenían como objeto Fuentelcésped, conflictos en los que no intervenían, aunque si los sufrían, los vecinos de la aldea: los protagonistas de estos conflictos eran los poderosos de la comarca, los señores feudales de villas próximas – Haza, Roa, etc.…- y también los abades de Monasterio de la Vid. Unos y otros se disputaban el control de la aldea de Fuentelcésped, en otras palabras, quién de entre ellos ostentaba el poder sobre la aldea y quien cobraba tributos y rentas a los vecinos.



Aunque solo sea una suposición, es presumible que desde su fundación –Siglos X, XI o principios del XII-  fuese una aldea de realengo, es decir, dependiente jurisdiccionalmente  de la administración del rey y que sería posteriormente cuando se vio sometida a señorío, que consiste en una jurisdicción intermedia entre el rey y los vecinos, el poder de los señores feudales. El estar sometido a señorío implicaba denotar una increíble falta de autonomía municipal, puesto que el señor nombraba al alcalde y otros cargos del concejo. Lo mismo sucedía con la falta de autonomía  judicial para pleitos de escasa cuantía, que eran resueltos por los jueces nombrados por el señor feudal. Otrosí: Los vecinos estaban obligados a pagar al señor tributos, rentas e impuestos que les señalara, aparte de los impuestos que debieran pagar al rey.

El señorío como tal, constituía una situación bastante incómoda, ya que implicaba un sometimiento al señor, que ni siquiera era el rey, lo cual hubiera sido más llevadero. Por lo demás, existían señores “buenos” que exigían poco y otros que eran “malhechores feudales” los cuales aprovechaban su poder – y su fuerza: tenían mesnadas de soldados a su mando- para cometer tropelías y sinrazones con los vasallos. Alguno de estos señores “malhechores feudales” hubo de soportar la aldea de Fuentelcésped, como veremos a continuación.

Se suscitaron los pleitos correspondientes, en los que se consideró parte contendiente Diego Ramírez Flores y de Guzmán y su mujer María González de Haza, que reclamaban al convento propiedades y derechos de que disfrutaban en el término de Fuentelcésped. Estos pleitos terminaron con una avenencia en 1346, merced a la cual Diego Ramírez vendió al convento todos los bienes que poseía en el pueblo con las importantes mejoras que había introducido en las tierras. El convenio fue confirmado por el Rey Alfonso XI ,El Justiciero,  - hijo de Fernando IV y por consiguiente nieto de María de Molina, es de notar que  bajo su reinado se produjo un considerable aumento de la potestad regia y un fortalecimiento jurídico de la figura del rey frente a la nobleza.- quien en 8 de enero de 1.347 libró ejecutoria en Villarreal contra Diego Ordóñez de Teroa por haber faltado a lo escriturado con el convento, «mandando le restituyese lo que le había enajenado y que restituyese y pagase a los vasallos del convento, en el lugar, cerca de 6.000 maravedís, que habían pagado por él y les dejase libres de las fianzas que por él habían hecho de censos a moros, a judíos y a cristianos», según nos dice el autor del citado folleto anónimo. Por no citar la desvergüenza de tomar dinero prestado de  judíos de Aranda y de Ayllón, obligando al conjunto de los vecinos de la, entonces, aldea de Fuentelcésped a ser fiadores de tales prestamos. Al no devolver los señores los dineros prestados, la responsabilidad del reintegro ha pasado al humilde vecindario de Fuentelcésped, que no tienen posibles. Ante tal situación es el Monasterio quien se ve precisado a hacerse cargo de estas deudas para librar a sus vasallos de la acción de la justicia –confiscación de bienes, encarcelamiento…- que sería fatal para la persistencia de la aldea. Son 10.200 maravedís los que la Vid ha de pagar a los prestamistas.

De los términos de esta sentencia hemos de deducir que por estas fechas había ya en el pueblo algunos vecinos que disfrutaban de holgada situación económica, puesto que podían avalar operaciones financieras de los arrendadores. Confirma esta opinión el hecho de que, después que Ramírez Flores firmó la escritura de venta de sus bienes al convento, en 5 de febrero de 1347, el Abad y sus monjes hicieron trato de arrendamiento de sus tierras a veinte vecinos del lugar, como detallaremos poco más adelante.

Años antes, concretamente en 1.307 y 1.312 sufrió Fuentelcésped una disputa sobre sus términos. En este caso es la villa de Montejo, distante media legua, la que pretende absorber a la aldea: “porque Montejo decía que eran todos comuneros y non tenía términos Fuente Çesped, ni estaban amoxonados…”

Es el Monasterio de la Vid el que reclama ante el rey por esta pretensión de Montejo. Se nombran apeadores y se fijan mojones, todo lo cual fue confirmado por sentencia por el rey Alfonso XI.

Es de comprender que a la altura del año 1.347 el susodicho Monasterio estuviera escarmentado por los continuos conflictos que se había visto obligado a mantener y que le habían ocasionado fuertes desembolsos para mantener a Fuentelcésped bajo su señorío y propiedad. La causa fundamental de todo ello no había sido otra que el haber arrendado la aldea a personas poderosas.  Por ello, desde 1347, la Vid arrendará la aldea a los veinte vecinos de ella (El equivalente a 80 habitantes) – Primer dato de la población de Fuentelcésped-, gente humilde de la que nada malo cabía esperar sino el pago puntual de la renta fijada. En 1497 el arrendamiento se había convertido en un censo, esto es una cesión perpetua del dominio útil de la tierra a cambio de un canon fijo de renta. Esta modalidad de cesión del usufructo de la tierra era más ventajosa para los vecinos que el arrendamiento, el cual expiraba cada cierto tiempo y permitiría al monasterio incrementar la renta.
 
Monasterio de la Vid. (Imágen cortesía de http://www.rutadelvinoriberadelduero.es/)
El Monasterio estaba en lo cierto en proceder así: son raras las usurpaciones desde 1.347 a 1.556-1560. No obstante conocemos una perpetrada en 1.380 por don Juan González de Avellaneda, a quien la Vid había entregado Fuentelcésped “en comendación”, esto es, para que defendiese a los vecinos de los abusos de otros señores., pero, poco después, el convento hubo de acudir, una vez más, a los tribunales para que le fuesen reconocidos sus derechos sobre Fuentelcésped contra D. Juan González de Avellaneda, que era de suponer vecino de Aranda. A pesar de todos estos avatares el Monasterio logró mantener su poder sobre Fuentelcésped hasta bien entrado el siglo XVI.

A partir de finales del S-XIV, es entonces cuando la aldea de Fuentelcésped comenzó a prosperar y sus habitantes aspiraron a comprar su independencia municipal, pero habrían de pasar aún dos siglos antes de que llegasen a tener las condiciones necesarias para conseguir sus legítimas aspiraciones, pero tales noticias las conoceremos a partir del final de reinado de Carlos I, el primer Habsburgo.

Se dice que por estos siglos hubo una aldea dependiente del pueblo, llamada Santiago de Nava, situada en el término del Quiñón y que la cual  en el año de 1548 había desaparecido. La independencia del municipio se obtendría a mediados del siglo XVI, poco después de esa fecha y sería entonces, nunca antes, cuando cambiaría la titularidad de aldea por la dignidad de Villa.

Jesús García y Jiménez
Cronista Oficial de la Villa de Fuentelcésped.


CONTINÚA EN CRONICAS HISTÓRICAS SOBRE LA VILLA DE FUENTELCÉSPED II
(SIGLOS XV-XVIII)

Fuentes:
Texto Alfonso XI extraído de
http://www.mcnbiografias.com/
ALAIN Hurrz DE LEMPS, «Vignobles et vins du Nord-uest de L'Espagne».
ANÓNIMO, «Noticias históricas de la Villa de Fuentelcésped>. Aranda de Duero. Imprenta de Pedro Díaz Bayo. 1911.
Archivo Municipal de Fuentelcésped
Archivo Parroquial de Fuentelcésped.
Archivo particular del autor. DÁVILA JALÓN, VALENTIN; «Espigando en la historias. Artículo publicado en «Diario de Burgos». Reseña Estadística de la Provincia de Burgos.
SANZ ABAD, PEDRO, «Historia de Aranda de Duero». Burgos, 1975.
VELASCO PEREZ, SILVERIO; «Memorias de mi Villa y de mi Parroquia». Madrid, 1925.
ZAPARAÍN YAÑEZ, Mª José; Fuentelcésped, la Villa y su Patrimonio. 1998
SANZ ABAD, PEDRO; <<Noticias históricas y documentales de la villa de Fuentelcésped>>


lunes, 19 de octubre de 2015

La realidad desconocida de un Cronista Oficial


La realidad desconocida de un Cronista Oficial

P
ocos meses llevaba dedicado a este benemérito y loable menester, hasta llegar al XLI Congreso en Jaén, donde pude comprobar en primera persona, los valores que transmiten los afiliados a la Real Asociación Española de Cronistas Oficiales a través de la misma, tanto en el ámbito individual como en conjunto; una muestra que se erige en un compendio de valores humanos, que de un modo totalmente desinteresado, y en absoluto carente de abnegación y entrega, se pone de manifiesto a flor de piel a través de todos y cada uno de sus componentes. Personas de variopinta formación académica con un amplio denominador común: La superación de las metas de la cultura y el conocimiento.
Calle de la Fuente (Fuentelcésped)
Aunque es este poco tiempo que menciono, no llegué a darme cuenta de la ardua labor, tan difícil de evaluar por propios (más aún por extraños), y destacar el patente entusiasmo buceando en la memoria e historia de los pueblos y ciudades, destacando siempre lo genuino, lo auténtico y analizarlo todo en su momento para poder exponer y compartir.

Mi colega Ángel del Río, Cronista Oficial de Madrid, Villa y Corte y Getafe, autodefine a esta, nuestra, ocupación vocacional como: “…el escribano libre de los acontecimientos cotidianos, y en la medida que deja constancia de ellos, están desempeñando la delicada tarea de ser el historiador del fututo, porque  sus crónicas de hoy, serán referente histórico mañana, de ahí la importancia de valor su figura, su trabajo, su dedicación, por lo que animo a las corporaciones locales a que promuevan el nombramiento de más cronistas pare enriquecer en dedicación que tan importante labor histórica y social presta…
      

El cronista siempre aguarda a “pie firme” la llamada o requerimiento de su villa, pueblo o ciudad que un día no muy lejano en el tiempo, nos colmó con la dignidad de distinguirnos con su nombramiento de Cronista Oficial, que aunque muchos no lo sepan es un cargo totalmente honorario, y por supuesto no remunerado absolutamente…y diría más… a veces le resulta oneroso al cronista, tampoco como para perder la hacienda o la hijuela, pero dependiendo de las economías personales los gastos que se ocasionan se acusan de un modo más o menos “sonoro”. Y sobre todo volver a dejar patente eso de que los Cronistas no cobramos nada, ni estamos como tales en ninguna nómina de ningún municipio o localidad, a pesar de resultar tan chocante como anacrónico, dados los tiempos que corren donde “nadie danza a otro ritmo que no marque el dinero”.

Fuentelcésped, nevada en la plaza 10 Enero de 2009
Valorar positivamente y a corto plazo la labor del cronista resulta asaz difícil y complicado, hasta el punto que la mayor parte de los testimonios o crónicas, solo han gozado del reconocimiento, como mínimo, bastantes lustros después de haber sido escritas.

Del mismo modo, difícil resulta llegar al convencimiento que supone para el pueblo o ciudad que representa el cronista, del trabajo puramente dicho que lleva a cabo día a día, momento a momento…en cuanto al valor positivo del mismo.  

En cronista se mueve en unos nobles fines de la información, de rebuscar en lo ya hurgado, siempre a la búsqueda de la verdad, de una información que estuvo semioculta y quiere revelar a los demás, en transmitir datos tanto conocidos como inéditos de su villa, de su municipio; de algún modo contribuir a recuperar historia escondida.

Lo más triste de la realidad que aún no he revelado hasta el momento, es la falta de interés de municipios que por motivos inexplicados carecen de la figura de cronista.

La verdad que no le encuentro explicación, salvo sean los diferentes…De entrada en la Villa de Fuentelcésped, celebrando su presunto milenio de existencia, gracias a la modesta aportación de las crónicas de este servidor, tratando de crear futuro para la Villa, recuperando su pasado y sobre todo con el agradecimiento a la corporación municipal que tanto pone de su parte por requerir una grandeza olvidada.



 Mientras escribo esta crónica sigue lloviendo por la meseta castellana.

En los días de lluvia pueden pasar dos cosas, depende del lugar y ocupación que nos toca: te aburren o te animan.


¡Pensamiento a lo Paulo Coelho!

domingo, 18 de octubre de 2015

El sábado cambia la hora. Ahora vas y lo cascas…

El sábado cambia la hora. Ahora vas y lo cascas…

 
A las tres deberemos atrasar una hora el reloj


Apenas hace unos meses, digamos que en Marzo, que se cumplió el maleficio anunciado cada año: “ A las dos, serán las tres…”y todo eso porque se dice que se gana una hora más de sol, con lo que anochece entre las 20 y las 21 horas en la mayoría de los días, y el amanecer se producirá más tarde. Esta medida que, desde hace algunos años, divide a los expertos y entorpece el ritmo de vida de muchas personas, especialmente los mayores, que no logran habituarse al cambio horario: Las alteraciones transitorias, como la distimia (estado de ánimo deprimido), somnolencia, irritabilidad, nerviosismo y cefaleas pueden aparecer en los primeros días, y en muchos continúa hasta el otoño, concretamente el próximo sábado, cuando volvemos a restaurar la hora GMT+1.

Pero esto no es todo En 1973 la mayoría de los países industrializados adoptaron el cambio de hora para mejorar su situación, que debido a la crisis del petróleo era energéticamente muy complicada. En España durante la guerra civil ya se comenzó a adoptar el cambio de hora, pero de forma caótica, resultando en diferentes horarios en las zonas nacional y republicana. En 1974 finalmente se estableció el cambio de hora en todo el territorio español.

¿Realmente se ahorra energía? ¿Caso afirmativo es prioritario el ahorro frente a la salud de los ciudadanos?

Realmente ni los científicos llegan a ponerse de acuerdo, y más cuando vemos que en la mayoría de las grandes empresas la iluminación se mantiene encendida las 24 h del día, por otra parte el alumbrado público, totalmente inmune al cambio, siempre se encenderá y apagará con independencia de la hora que marque el reloj.

Como el lector comprenderá, en Fuentelcésped… ni fu, ni fa.. casi mejor que nos dejen todo el año la misma hora, así no se equivocan los del Ayuntamiento poniendo en hora el reloj…que casi siempre pasa.

Pero la cosa viene de antiguo; salvo alguna excepción aislada hasta el 15 de Marzo de 1940 en España siempre se mantuvo el horario solar en toda la Península y Baleares, “casi todo el territorio” dentro del uso horario correspondiente. Fue entonces cuando por motivos logísticos a Adolf Hitler le vino en gana de unificar la hora de todos los territorios invadidos, así la mencionada logística le daría menos problemas. Parece ser que al general Franco le pareció una idea excelente y también adoptaron la hora del Reich por eso el territorio español peninsular y Baleares adoptaron el horario GMT +1, con lo que estos territorios pasaron a tener la misma hora que el meridiano de Berlín, que era el que marcaba la hora en todos los territorios controlados por el III Reich, es decir, de los Pirineos hasta Rusia, exceptuando Grecia y Finlandia. Este horario es conocido actualmente como CET (Central European Time).



Los países aliados en la contienda, y también por motivos logísticos en la contienda mundial también adoptaron dicha hora, más al acabar el conflicto todos volvieron a su horario habitual; España NO, bien por olvido, nostalgia o vaya usted a saber.

Seguimos desde entonces desfasados totalmente por una hora que no nos corresponde en absoluto, aunque lo suyo sería la hora solar, nos podríamos conformar con la hora del meridiano de Greenwich a pesar que existen dos husos horarios peninsulares si comparamos entre Creus y Finisterre. ¿No es así?

¿AFECTARÍA AL TURISMO RECEPTIVO? En absoluto, y menos los que buscan el tan promocionado Sol y playa, nuestros visitantes tienen cultura madrugadora comparable a la de las gallinas, y se levantarían al alba para disfrutar del Sol playero y el baño en la piscina que precede a la paella… Y claro está, sus vacaciones en un país noctambulo en cuanto a juerga y diversión se refiere, en lugar de plegar velas ( Que ya no lo hace ni la tercera edad) se apuntarían al carro del jolgorio nocturno, por eso están de vacaciones. Y en nuestro ámbito social nos da lo mismo, pues sea la hora que sea, estando en vacaciones podemos estar al abrigo de la terraza en la Plaza tomando un café hasta tarde.

Así que la teoría de las ventajas del adelanto horario, se va al traste.

En el polo opuesto, nos permitiría tanto el horario solar como el GMT una necesaria conciliación familiar, añadido a un horario de trabajo civilizado y no ser condicionado de modo presencial donde se mira raro a quien sale en su horario fijado, y se mira más por la citada presencia que por su productividad, la cual se deteriora con estos extraños horarios impuestos no precisamente para salvaguardar los derechos y salud de los ciudadanos. Algún día lo sabremos. De momento, y afortunadamente lo que tenemos claro es que el sábado noche dormiremos una hora más…

Aunque la idea no es nueva creo que debemos conocer cuando a principios del siglo XX y durante la primera mitad del mismo, se fraguó tal disparate:

La idea de cambiar la hora dos veces al año para aprovechar mejor las horas de luz surgió en el año 1905, cuando el constructor inglés William Willett se dio cuenta de que la mayoría de los británicos no disfrutaban de la mañana porque estaban durmiendo. Además a Willett, muy aficionado al golf, le fastidiaba acortar su recorrido cuando el crepúsculo se le echaba encima.
Por ello, en 1907, William Willett presentó un informe con su idea de adelantar y atrasar la hora en primavera y en otoño respectivamente. Una solución que no se aplicó hasta 1916 en Alemania y los territorios que ocupaba. Rusia lo empezó a aplicar en 1917 y Estados Unidos en 1918. No obstante, no fue hasta el 15 de abril de 1918, cuando se reguló este cambio internacionalmente y se aprobó la aplicación del 'horario de verano' o Daylight Saving Time (DST) en todo el mundo



Así que por mucho que nos esforcemos por conseguir firmas contra este cambio antinatural, los responsables del mismo, campando por sus respetos, seguirán en sus trece y nosotros en las mismas, presenciando año tras año en los meses del estío como sufren de insolación los serenos o vigilantes nocturnos. Llevamos tres cuartos de siglo con el horario equivocado.







Tres esferas de colores variados como señal de bienvenida al nuevo horario

miércoles, 14 de octubre de 2015

La Mesta en las tierras de Fuentelcésped

La Mesta en las tierras de Fuentelcésped

S
abido es que Fuentelcésped es eminentemente agrícola hasta el punto que la vid se ha convertido en el monocultivo por excelencia. Y eso que no falta memoria que hace un siglo dicho monocultivo llevó a la ruina a Fuentelcésped – comenzando su decadencia económica y demográfica- al declararse una plaga de filoxera que diezmó las cosechas vitivinícolas de esta y muchísimas comarcas de la geografía nacional.

Por el contrario, el tema ganadero no tuvo mucha aceptación en la Villa y su término hasta el punto que en la actualidad solo existe una familia ganadera en la localidad que mantiene la raza de oveja churra autóctona, lo que pone en evidencia con total claridad que los intereses agrícolas siempre, y mayoritariamente hablando, se imponen ante los ganaderos.
Posiblemente en el predominio del agricultor se basen la cantidad de pleitos, y eso que está demostrado secularmente la tradición fuentelcespense de pleitear, que mantuvo contra el Concejo de la Mesta por parte de los agricultores.

Se ha tratado de documentarlo al máximo para conocer lo que realmente era la Mesta, las medidas y clases de vías pecuarias y por último un laborioso trabajo encargado a propósito para esta crónica a D. Daniel Sanz Platero – a quien agradezco su apreciada colaboración- y que ha detallado los pleitos en la tierras de Fuentelcésped y Aranda, de una manera bastante fidedigna, esperando que esta crónica pueda despertar su interés ante tal apasionante tema.

El honrado concejo de la Mesta
El Honrado Concejo de la Mesta de Pastores fue creado en 1273 por Alfonso X el Sabio, reuniendo a todos los pastores de León y de Castilla en una asociación nacional y otorgándoles importantes prerrogativas y privilegios tales como eximirlos del servicio militar y de testificar en los juicios, derechos de paso y pastoreo, etc.

Con anterioridad ya los ganaderos se reunían en asambleas o consejos llamados "mestas" (la palabra mesta proviene de mixta, que significa 'mezclada') en diversas localidades dos o tres veces al año con el fin de tratar de los negocios concernientes a sus ganados o gobierno económico, y para distinguir y separar los mestencos (animales sin dueño conocido) que se hubiesen mezclado.

Durante la Edad Media y con el paso del tiempo, se añaden nuevos privilegios reales a la Mesta, como pasará a ser conocida, junto con una fiscalización especial para protegerla de los agricultores, lo que provocó largos e incontables pleitos hasta el año 1836, en que se abolió.

La Mesta es considerada una de las agrupaciones corporativas o gremios más importantes de Europa de la Edad Media y el primer gremio ganadero, aunque existieron corporaciones locales de ganaderos anteriores en Aragón (Casa de Ganaderos de Zaragoza).
Antigua sede del Consejo de la Mesta, en Madrid 

En la España medieval, durante la Reconquista, los reinos cristianos y musulmanes estaban separados por una franja de territorio que podía llegar a tener hasta 100 km de anchura, casi despoblados, pues era tierra de nadie sometida a continuas incursiones bélicas de los dos bandos. En estas tierras no valía la pena labrar, porque las campañas bélicas se organizaban durante el buen tiempo, en la época de las cosechas, de modo que lo más probable es que, por unos o por otros, acabaran dadas al fuego o al saqueo.

Este territorio lo aprovechaban los pastores, cuyo ganado podía moverse de un lugar a otro, practicando la trashumancia, de modo que lo recorrían durante el otoño y el invierno (temporadas frías) y, en la temporada de campañas (primavera y verano), se refugiaban en las montañas del norte, más húmedas y que conservaban sus pastos durante el tiempo cálido, consiguiendo formar una ganadería muy importante. La base principal de la importancia económica de estos rebaños era la oveja merina, cuya lana, de gran calidad, era apreciada (y todavía lo es) en toda Europa, así como la oveja churra, para carne. La lana tenía como mercados importantes Medina del Campo y Burgos. Conforme avanza la Reconquista, estas tierras se van repoblando y labrando, mientras se establece otra franja de tierra de nadie más hacia el sur.

Cuando el rey Fernando III dio un gran impulso a la Reconquista (siglo XIII), incorporando a sus reinos gran cantidad de territorio y haciendo tributarios a los reinos "moros" que quedaban, la tierra de nadie se convierte en segura y los labradores roturan los pastos, prohibiendo el paso de los ganados que se comían las plantas verdes. Teniendo en cuenta que otra gran riqueza de Castilla es el trigo, los reyes (empezando por el sucesor de Fernando III, Alfonso X el Sabio) se ven en la necesidad de promulgar leyes para defender a unos y a otros, protegiendo las cosechas en general, al establecer caminos delimitados para el ganado entre las tierras cultivadas (cañadas, cuerdas, cordeles, etc.) para facilitar la trashumancia y el paso entre unas zonas de pastos y otras, generalmente situadas en zonas de difícil roturación.
Libro de los juegos, Alfonso X el Sabio

Las agrupaciones de pastores y ganaderos se fusionaron en la "Real sociedad de ganaderos de la Mesta", según el privilegio de Alfonso X el Sabio, en 1273, aunque su denominación y reglamentación es de 1347, reinando Alfonso XI. Como se ha dicho, con su creación se intentaba evitar posibles conflictos entre agricultores y ganaderos, ya que estos últimos debían atravesar las tierras de los agricultores con sus rebaños dos veces al año, produciendo daños en los cultivos. Esto se subsanó construyendo unos itinerarios concretos: los de mayor anchura se llamaban cañadas, y las más importantes de entre ellas se llamaban cañadas reales, dando testimonio de su creación por el rey.

En las cortes de Toledo de 1480, se decreta dejar libre el paso de rebaños entre Aragón y Castilla, manifestándose el papel preponderante que los Reyes Católicos darían a la Mesta. El mismo año otro decreto otorgaba libertad absoluta para el tránsito de ganados en ambos reinos. Con esto no solo pretendían proteger esta actividad, sino también incrementar los ingresos de la corona mediante el arrendamiento y la venta de derechos de pastos. A partir de entonces, el presidente de la Mesta sería el miembro más antiguo del Consejo Real.

Desde el año 1500, la Mesta se organizaba celebrando 2 asambleas al año, una en el sur de la península entre enero y febrero, y la otra en el norte, entre los meses de septiembre y octubre.2 La labor de estas asambleas era resolver principalmente asuntos de carácter interno como la organización de las trashumancias próximas, orden de paso y la elección de los cargos que debían dirigir la Mesta.

El cargo principal era el de Presidente, los 4 alcaldes de cuadrilla que le ayudaban en sus tareas y los alcaldes mayores. También tenían relevante importancia los jueces de comisión, encargados de juzgar y multar a los que no cumplieran la extensa normativa de la Mesta.

Existe un gran desconocimiento sobre el funcionamiento a nivel institucional de la Mesta, lo que ha provocado todo tipo de especulaciones al respecto y ha creado “la leyenda negra”, que decía que desde los Reyes Católicos, la Mesta era una máquina perfecta por su organización, atribuciones y actuaciones.

Fue una organización muy poderosa debido a los privilegios que los reyes le concedían, ya que la lana era un importante producto entre los que exportaba Castilla a Europa, por lo que se debía fomentar la producción de lana, a veces en detrimento de la agricultura, con el caso paradigmático de Extremadura, y la casi desaparición de la agricultura, previamente dominante.

La Mesta fue una de las causantes de la deforestación sufrida en la península a lo largo de la historia, ya que la gran cantidad de ganado necesitaba mucho pasto para alimentarse.
Su decadencia y posterior desaparición en el año 1836 tuvo varios motivos:

·         La pérdida del monopolio mundial de producción de lana merina (lana de alta calidad), a causa del robo de ganado durante la invasión de Napoleón, produciendo la caída de precios y la pérdida de mercados. Se consideraba que la salud de la población en el norte de Europa y Estados Unidos dependía de la cantidad de lana disponible por la población.

·         Elevados precios locales que hacen que las exportaciones de la lana empiecen a ser menos competitivas.

·         Continuos conflictos entre ganaderos y la industria, que poco a poco van tomando poder y les van limando ciertos privilegios.
Cañada Real Leonesa Occidental, Valle de Amblés

     Las guerras con Portugal, que hacen que muchas cañadas no puedan ser utilizadas.

·         La creciente necesidad de dinero de la Corona, que hace que la Mesta pierda privilegios de tipo económico.



125.000 Km. de vías pecuarias

Un gran paso adelante integrando a todos los ganaderos castellanos en único gremio, El Concejo de la Mesta, dio el monarca Alfonso X El Sabio, allá por el año 1273, generándose unos pingües beneficios tanto a nivel local como para la economía nacional durante varios siglos. Estas vías pecuarias se extienden por toda la Península a lo largo de 125.00 kilómetros, no tenían o no conocían fronteras ni reinos; al ser “vías de dominio público imprescriptible e ienalenable”. Pero el progreso jugó una mala pasada a estas vías pecuarias, el ferrocarril y los grandes trasportes por carretera, coincidiendo con las grandes exportaciones de otros países en el mercado de la lana, surgirían los grandes Planes de Desarrollo, las cañadas se fueron infrautilizado, cayendo en un deterioro por el olvido y el abandono a su suerte.

¿Cuantos vallados, al igual que en caminos de servidumbre, cortaron al viandante y al ganado ilegalmente el paso?  Desde hace pocos años, apenas cuatro lustros, se está procediendo a una sabia recuperación progresiva para el uso tradicional para el que habían sido destinadas desde antaño; cumplimentándose con actividades turísticas, cicloculturismo y senderismo.

No es un tema nuevo, pero su interés le lleva al viajero a indagar pormenorizadamente en estos temas, mientras anoto los datos en el cuaderno de viaje. A estas alturas me he enterado que dependiendo de su anchura reciben una denominación, cosa que anoto y transmito a los amantes de los números:

•           Cañada Real- Son las principales, de anchura legal de 6 sogas de 45  palmas que hacen un total de 90 varas castellanas, es decir 75 metros.
•           Cordeles- 37,5 metros (La mitad de la Cañada)
•           Veredas- 25 varas (21 metros)
•           Hilos de enchufe- Cualquier vía pecuaria de anchura inferior.

Jesús García y Jiménez (Por los Caminos del Temple)

Aproximación a la historia de la Mesta en las tierras de la comarca de Aranda de Duero y la villa de Fuentelcésped (Burgos).
Daniel Sanz Platero.
Universidad a Distancia de Madrid (UDIMA).
Palabras clave: Mesta, cañada, vereda, cordel, vado, pastos, vides, trashumancia, lana y oveja merina, Alfonso X, Cañada Real Segoviana”, pleitos, sentencias, Chancillería de Valladolid.
Resumen: El Concejo de la Mesta de los reinos de Castilla, León y Granada surge en 1273, durante el reinado de Alfonso X, y se disuelve en 1836, en los primeros os del reinado de Isabel II. En la práctica, el concejo reúne a los ganaderos trashumantes de lana merina, tan cotizada  en  los  mercados  del  norte  de  Europa  para  la  antigua  realización  de  paños.  Los ganaderos mesteños realizaban un recorrido de búsqueda de pastos de manera estacional: en verano rondaban por zonas del norte (León, Palencia o Burgos junto a la Rioja), y en el invierno por zonas del sur (Extremadura, Sur de Castilla –La Mancha, Valencia, Murcia y Andalucía). Funcionaba como una auténtica empresa multinacional que tenía sus propios privilegios y prerrogativas, muy favorables para el paso del ganado por cañadas, puentes y diferentes lugares. Disfrutó de unas etapas de auge, como la ocurrida en el siglo XV, y otras de decadencia, como el siglo XVII y en las etapas de la Guerra de la Independencia que se alargan hasta su desaparición en el inicio del reinado de Isabel II.
Abstract: The Mesta of the kingdoms of Castile, Leon and Granada emerged in 1273, during the reign of Alfonso X, and dissolved in 1836. It functioned as a multinational company that had its own privileges and prerogatives, favorable for the cattle to streams, bridges and other places. In practice, the council of the Mesta gathers pastoralists merino wool, as quoted in the northern European market for cloths. Sheep were conducting a search of pasture tour seasonally: in summer roamed parts of northern Spain and in the winter to southern areas.
 En el comienzo de un trabajo de investigación divulgativa como es el presente, debemos de concentrar los esfuerzos de entender lo que ha supuesto la existencia de La Mesta en el contexto de la producción de riqueza en Castilla. Estas tierras contaron con una fuerte expansión productiva,  que  generaba  materias  primas  que  eran  exportadas  fuera  dlos  ámbitos peninsulares. La fina lana merina, tan apreciada en los mercados del norte de Europa (Holanda, Borgoña, Francia e Inglaterra), trajo una etapa próspera a la corona de Castilla. Por entonces se contaba con una gran exportación de este material al existir un gran número de rebaños de ovejas y pastores. Otros productos, como el trigo Castellano, también tuvieron sus diferentes exportaciones destinadas a mercados europeos.
Aunque estamos hablando de las luces en la historia de la Mesta, también hay sombras. Entre las varias, una de sus causas, por el paso de ganados continuos, supuso parte de la deforestación de montes de la Corona de Castilla. Estos rebaños de ovejas también destrozaban y esquilmaban de pasto las tierras, las viñas y otros espacios cultivados, por la necesidad de  obtener de dichos lugares alimentos para la subsistencia de los ganados y de los pastores.
El trabajo tiene unos puntos esenciales desde donde tratamos las trayectorias históricas en aras de explicar el porq de La Mesta, y sus características. La introducción histórica y el ámbito geográfico determinan el espacio, o el ámbito de actuación desde el cual se   ha desarrollado todos los procesos y el tiempo histórico. Tanto la Mesta como las justicias locales tenían sus argumentos en defensa de los intereses mestos y los intereses de los concejos. En este estudio, aparte de ello, hacemos una breve mención a las jurisdicciones de Mesta, a las cañadas por donde se desarrollaba el paso del ganado, y a los pleitos entre el Honrado Concejo de la Mesta y la villa de Fuentelcésped.
1.   Introducción histórica y espacio geográfico.
La oveja ha sido uno de los primeros animales domesticados, poniéndose al servicio del hombre para obtener de ella un alimento y una materia prima, en definitiva, un sustento de la raza humana. Conocidos son los usos como la carne, la leche y otros productos derivados como el queso, y la lana. Especialmente este producto ha sido el que surgiera el comercio de la misma, teniendo una gran expansión en la etapa medieval focalizada especialmente en el reino de Castilla.  Las  condiciones  geográficas  ofrecían  grandes  superficies  de  pasto,  que  podrían albergar gran número de rebaños trashumantes para el pastoreo. La estacionalidad del ciclo de obtención de la lana tenía especial incidencias en las tierras de los extremos, hacia donde se iniciaba la marcha con los ganados. En el norte, las zonas de inicio de la trashumancia fueron La Sierra de la Demanda y las Altas Tierras de Soria y La Rioja, al igual que las zonas de la cordillera cantábrica de las provincias de Burgos, Palencia y León. Los lugares de paso conectan estos lugares antes citados con otros situados en las provincias de Badajoz, Ciudad Real, Jaén, Granada, Murcia, Albacete, Cuenca o Valencia; los destinos finales de los rebaños en invierno.
Desde la creación del Honrado Concejo de la Mesta en 1273 ha habido discusiones sobre la posesión y el derecho de tomar los pastos, creando un conflicto entre La Mesta (conjunto de ganaderos trashumantes) con los concejos (incluyendo a la ganadería local) y las diferentes órdenes Militares, que también poseían grandes extensiones de tierra en las zonas extremeñas y manchegas. Desde un primer momento, La Mesta introdujo una protección y un derecho al ganadero que se hiciese hermano de la misma, que incluía el paso por los diferentes lugares concejiles, puentes, o territorios de las órdenes militares y el derecho de pastos.
La cañada era el paso típico por donde se encaminaban los rebaños, la vía por excelencia. La anchura de la misma estaba determinada por privilegios medievales y posteriores decretos y reglamentos. Los más antiguos son de la etapa de Alfonso X “El Sabio”, de 1284: “La medida de quanto han de haver, es à saber seis sogas de marco de cada cuarenta y cinco palmos la soga”. La ley dictada por Felipe II en 1589 determina la medida de las cañadas en “seis sogas de marco acordelado, cada soga de cuarenta y cinco palmos, que hacen noventa varas”. Por lo tanto, tenían una anchura aproximada de  unos 75 metros y 22 centímetros. Los cordeles, según el reglamento de vías pecuarias de 1944 tendrán 37 metros con 61 centímetros, y las veredas 20 metros y 89 centímetros.1
La Mesta ha sido la primera multinacional ganadera de la península, sin duda. ¿Por qué lo determinamos así? Tenía desde su inicio una estructura jerárquica, tanto administrativa como judicial, un funcionamiento propio, un mero de miembros y un ámbito de actuación; en definitiva, su destino y consecución del objetivo en la producción  de lana merina para la exportación.
De lo general vamos a lo particular. La Mesta extendía su ámbito por las coronas de Castilla, León y Granada, aunque también abrazó a los ganaderos de Aragón, vecinos de Zaragoza y Teruel, e incluso dejando el paso de algunas cañadas hacia Valencia. En el extremo sur de la provincia de Burgos, se localiza la villa de Fuentelcésped. En el término de la villa no ha pasado cañada real de importancia, aunque por los términos cercanos de Milagros y Fuentespina ha pasado la Cañada Real Segoviana”, que enunciaremos posteriormente.
Dentro del término de Fuentelcésped nos encontramos una terminología propia de algunos lugares o pagos relacionada con las cañadas. En el norte de dicho término, en zonas que separan la ermita de la Virgen de Nava y Fresnillo de las Dueñas, hay una amplia zona de encinar. Cerca del lugar de las rozas” se localiza la “cañada comunera2, cerca de otro lugar de mayor extensión,  que  linda  con  el  término  de  Fresnillo,  también  denominado  la  cañada”.  Más cercano a la población, ya en zonas del Arroyo de la Nava hacia la mojonera de Santa Cruz de la Salceda y, cercano al cruce de caminos del túnel de la vía férrea Madrid-Burgos con la carretera de la ermita, se localiza el paraje conocido como la “cañada ancha”.


Ilustración 1. Imagen topográfica del norte del término de Fuentelcésped. Fuente: Iberpix.

Ya que eran muchos los intereses de pastores y concejos por los pastos para los ganados, el paso de cañada o vereda por términos de la villa parecen evidentes, encontrándose en un espacio geográfico singular. Podríamos estar hablando de dos vías fundamentadas en la terminología que ofrece el término de la villa. La “cañada ancha3 se localiza en el camino de Aranda desde Santa Cruz de la Salceda, y los otros dos topónimos hay que incluirlos en la cañada o vereda que,  transversalmente  salda  desde  Milagros,  pasando  por  Fuentelcésped  para  alcanzar Fresnillo de las Dueñas y el consiguiente acceso al Duero de los rebaños.
Ilustración 2. Imagen topográfica del centro del término de Fuentelcésped. Fuente: Iberpix.

 Según documentación de Federico Sanz Rubiales4, una de las cañadas que partían de Soria, la Cañada Real Soriana”, también conocida como el Cordel Real Burgalés”, tenía un recorrido cercano al Duero, continuando por Pafiel hasta Medina del Campo en alcance de las Ferias de Medina o de las otras cadas reales que partían del sur de la provincia de Valladolid, como la Cañada Real Leonesa occidental. Este Cordel Real Burgalés pudiera hacer paso paralelo al o Duero, entre los pagos del arroyo de la Nava hacia Santa Cruz de la Salceda y hacia términos de Fuentespina.

Cerca de la villa también hacía su paso la Cañada Real Segoviana”. Esta vía pecuaria de importancia partía de lugares en la Sierra de la Demanda y suroeste de la Rioja para pasar por zonas de la provincia de Burgos, por Aranda de Duero, encaminándose hacia el sur, por las tierras de Sepúlveda acabando en lindes de la provincia de Badajoz y la comunidad andaluza.
Javier Terés Landeta5, dentro de la publicación “Cañadas, cordeles y veredas”, ha estudiado la Cañada  Real  Segoviana,  describiendo  el  paso  de  la  misma  por  estas  tierras:“Encinares  y pinares  esconden  el  camino  hasta  Aranda  de  Duero.  Las  vecinas  Peñaranda  y  Peñafiel formaban parte de la barrera defensiva que velaba por el Valle del Duero en la edad media. La población avasalla la cañada que no reaparece hasta Fuentespina, donde entre palomares viejos y escombros, trepa el cerro hasta las bodegas. Desde lo alto se detiene para elegir sus siguientes pasos: hacia el sur vadeanado el arroyo de la Nava, por el Mojón del Roble y el cerro Valdobón (seguramente Valdubón), entra por las lomas margosas de Milagros hasta el río Riaza. Saliendo de Milagros por el arroyo del Val para subir a las lomas entre vides y barbechos.


Ilustración 2. Manuscrito de 1799, sobre transcripcn de una sentencia de Mesta (1401).
APDSP/Seccn Mesta/Castilla y León/Aranda de Duero/LegajoH005.

2.   El Duero como barrera natural de primer orden. El puente de Aranda.




Acercándose al paso por Aranda, la cañada real segoviana tuvo un obstáculo geográfico de primer orden: El Duero. Este es un río caudaloso, aunque en algunos lugares su curso es más ancho propiciando el paso a pie o a caballo entre las dos orillas. Estos lugares se llamaban vados, y había algunos de ellos cercanos, como los de Roa, Peñafiel (Padilla de Duero) o Vadocondes, entre otros. Asimismo, otras poblaciones tenían un puente de época romana o medieval, o una pasarela de madera, que aseguraba el paso del o tanto de personas como de ganados.

El puente de Aranda es testigo de la historia que queremos relatar: El paso de ganado por dicho puente ha sido objeto de discusión entre el Concejo y Justicias de la villa de Aranda contra el Concejo de La Mesta. En mi archivo se conserva un legajo (Ilustración 3), fechado en 1799, en el que está escrita una transcripción de una Sentencia de la Chancillería de Valladolid, expedida en el año 1401. La Mesta, en dicha sentencia, pierde su derecho de paso al entenderse que ni por el puente, ni dentro de la villa, ni en su término, había pasado nunca cañada de Mesta, y solamente por el puente del Duero el “camino real ancho Toledano”. Esta sentencia, de cuyo original parece que está perdido, arroja luz sobre el paso al Duero por Aranda. Aunque nconocemos sentencias posteriores ni anteriores en el tiempo, a principios del siglo XV por la villa de Aranda no pasaría oficialmente la cañada Real Segoviana, aunque ya existiese.
Su paso entonces tenía que haberse llevado a cabo por otro lugar, aunque esto es una mera hipótesis por desconocimiento de fuentes primarias de mayor rigor.

3.   Fuentelsped y La Mesta. Los pleitos de 1630, 1631 y 1637.

El antiguo archivo del Concejo de La Mesta se encuentra en los depósitos del Archivo Histórico Nacional de Madrid. En esta institución pa la custodia desde la sede de los Ganaderos del Reino al extinguirse La Mesta en 1836. En origen, toda esta documentación se tuvo almacenada en la original sede del Concejo de la Mesta se sitúa en el mero 26 de la Calle de las Huertas en Madrid. Los archivos de la Chancillería de Valladolid todavía se conservan en esta sede judicial  de  esta  ciudad  Castellana.  Internet  ha  hecho  una  gran  tarea  divulgativa  ela acumulación de información, acomodando la búsqueda del investigador. Hemos pasado de un trabajo de campo al inspeccionar legajos en archivos uno a uno, al poderlo investigar desde un ordenador en un propio domicilio.
Una gran parte del ingente Archivo Histórico Nacional (AHN), atesorado en la capital de España, se encuentra digitalizado y catalogado por secciones, cajas y legajos. La sección Mesta de dicho archivo ha sido objeto, no hace tantos años, de una digitalización completa. Es el punto de partida que hace muy interesante el poder tener acceso un archivo de imagen que contiene una copia digital de un manuscrito de época.
Partiendo de una base histórica, las relaciones de Fuentelcésped y la comarca de Aranda con la Mesta han sido numerosas con el paso del tiempo al ser una tierra de paso. Lo hemos podido comprobar anteriormente al existir en la comarca de cañadas reales de primer orden, y de otras tantas de inferior orden y menos volumen, pero que contaban con una igual actividad. No se han conservado un gran mero de relaciones de pleito entre estos organismos por escrito, si nos remitimos a los archivos de Mesta o los propios de la Chancillería de Valladolid. Lo que nos suponemos es que el paso del tiempo ha hecho mella en parte de los archivos de La Mesta haciendo que no se conserven en la totalidad. De la comarca arandina, en la colección de un servidor, hay varios manuscritos de finales del siglo XVIII y de principios del XIX que recogen algunas actividades, judiciales o administrativas, entre el Concejo de la Mesta y los Ayuntamientos o particulares, siempre por los conflictos de intereses

 Los pleitos conservados en la Chancillería de Valladolid, sección Real Audiencia de la Chancillería, enfrentan a la Mesta con el concejo y Justicias del lugar de Fuentelcésped, que acotan en 1630 y 1631, al igual que en 1637 una dehesa próxima al arroyo de la Nava, que era de libre tránsito de ganado mesto. En el año 1630 se incorpora además un acuerdo de común aprovechamiento de pastos, tanto de Mesta como de la ganadería local.


La comarca de Aranda tuvo delegación de Mesta, como también existieron en Burgo de Osma, Peñafiel o Ayllón. A esta última población pertenecía Fuentelcésped en asuntos de Mesta, al enmarcarse en la provincia segoviana hasta la división territorial del ministro Javier de Burgos. En la imagen número 46, aparece el encabezamiento de una notificación del corregidor de Aranda de Duero, que también tenía el poder de Mesta en esta subdelegación de Aranda, que unía además las tareas de reales rentas, correos, caminos, imprentas, librerías, montes, sitos ó policía..etc.
Destacamos ahora una breve transcripción de una sentencia original entre los dos organismos:
“1631.”
Ejecutoria en forma a Pedimiento del honrado Concejo de la Mesta en el pleito que ha tratado con el Concejo de la villa de Fuente el césped.
Don Felipe (IV) & etcétera.
A la justicia y administración de la misma casa y corte y Chancillería a todos los corregidores asistentes gobernadores y alcaldes mayores y ordinarios de los lugares en el oficio de los jueces residentes y otros jueces y Justicias las cuales por de estas villas y demás reinos y señoríos a cada uno y cual [] vino en grado de presentación del licenciado Gonzalo Serrano y  licenciado  don  Marn Fajardo  alcaldes  mayores  entregadores  del  Concejo  de  Mesta  y hermanos de la villa, [] que supone la otra vez y de la misma razón que estando en la villa
de Ayllón que ponía demanda el Consejo de Oficiales del hogar de fuente el césped por siendo como siempre avisado todo el tiempo del año el pasto del sitio del Prado de junta Mayor a la Nava  determinó  había  pasado  y  aprovechando  común  de  los  ganados  de  los  el  Honrado Concejo de la Mesta casi de los estantes como de los que estaban de paso de Cañada a las sierras y extremos estaba dándole el año libre de los derechos por ellos los dichos avisados de poco tipo aquellas le daban y agostaba y hacía nueva Dehesa el paso común de dicho sitio y Prado desde de la Señora de Las Candelas hasta Pascua de flores entorno de media legua de cierra pasando lo pasas los pastos los ganados del lugar y no consintió consientan que dichos ganados menores7.

Ilustración 5. Sentencia de 1631. Fuente: Portal de Archivos Españoles (www.pares.mcu.es)
Desde la existencia de La Mesta, los conflictos entre los concejos municipales castellanos y el Honrado Concejo aumentaron, de tal manera que cada uno buscaba el interés propio: La Mesta el  general,  el  de  agrupar  a  mayor  mero  de  Ganaderos.  Los  concejos,  como  el  de Fuentelcésped dentro de la comarca de Aranda, se dedicaron al acotamiento y cerramiento de tierras de paso, dehesas y demás pastos. De esta forma impedían el paso de ganados y beneficiaban así mismo al ganado local. Conflictos de intereses políticos, judiciales y en definitiva, ecomicos. A un lado de la balanza colocamos las grandes riquezas que supuso la Mesta en sus actividades realizadas y en el otro lado asentamos los intereses particulares, los que creían tener los concejos y justicias locales en posesión de tierras, pastos y pasos. Al fin de al cabo, este trabajo divulgativo que ahora concluimos, por parecer más que suficiente, acerca al lector a una mera aproximación de los avatares de La Mesta con el medio de la comarca de Aranda, en donde se asienta Fuentelsped.

Aranda de Duero, 10 de Octubre de 2015.


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 1 Pedro García Martín:Cañadas, Cordeles y Veredas”. Junta de Castilla y León, 1992, página 25.
2 La cañada comunera y La Cañada se encuentran en el centro-derecha de la imagen mero 1
3 La Cañada ancha”, y el arroyo de la Nava, se localizan en el centro, norte, en la imagen mero 2.
4 Sanz Rubiales, Federico: Cañadas Reales de Valladolid”, Dip. de Valladolid, 1996, págs. 100-105.
5 Arculo de Javier Terés Landeta (“La Cañada Real Segoviana) en la publicación Cañadas, Cordeles y Veredas. Junta de Castilla y León, Consejería de Agricultura y Ganadería, Valladolid, 1991. Página 162.
7 El texto aquí descrito es inserto dentro del legajo que es la imagen mero 5 (Sentencia de 1631).
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Bibliograa:
   Klein, Julius. La Mesta”. Revista de Occidente, Madrid, 1936.
   Sanz Rubiales, Federico: Cañadas Reales de Valladolid”, Diputación de Valladolid,
1996.
   Ruiz  Marn,  Felipe  y  García  Sanz,  Ángel:  Mesta,  trashumancia  y  lana  en  la
España Moderna, Fundación Duques de Soria, Barcelona, 1998.
   García Marn, Pedro y coord. Cañadas, Cordeles y Veredas. Junta de Castilla y
León, Consejería de Agricultura y Ganadería, Valladolid, 1991.
   Arculo  de  Javier  Terés  Landeta:  La  Cañada  Real  Segoviana,  dentro  de  la publicación Cañadas, Cordeles y Veredas. Junta de Castilla y León, Consejea de Agricultura y Ganadería, Valladolid, 1991.
Archivos Consultados: página web del portal de archivos españoles (www.pares.mcu.es).
   AHN (Archivo Histórico Nacional de Madrid). Sección Concejo de La Mesta.
   ARCHV (Archivo de la Real Chancillería de Valladolid). 1. Sección Real Audiencia:
1.1          Sentencia          de          1630.          Código          de          Referencia: ES.47186.ARCHV/6.8.1//REGISTRO DE EJECUTORIAS, CAJA 2547,72.
1.2          Sentencia          de          1631:          Código          de          Referencia: ES.47186.ARCHV/6.8.1//REGISTRO DE EJECUTORIAS, CAJA 2553,46.
1.3          Sentencia          de          1637:          Código          de          Referencia: ES.47186.ARCHV/6.8.1//REGISTRO DE EJECUTORIAS, CAJA 2661,31.
Otras consultas.

   APDSP (Archivo privado de Daniel Sanz Platero).
o 1. Sección Mesta/Castilla y León/ Aranda de Duero/Legajos H005-H008.