Nuestro Patrimonio
El Granero de
Fuentelcésped
En
1598 el Concejo construyó un Granero o Pósito que al quedarse pequeño se erige
el actual en 1670 ubicado en la calle que lleva su nombre actualmente, en los
últimos tiempos fue utilizado como escuela de niños, por lo que es conocido por
una parte de la población como Escuelas
Viejas, hasta que en los años 60 se construyen las actuales y que por falta
de población escolar han dejado de utilizarse. También por esa época se
celebraban allí funciones de teatro y proyecciones cinematográficas.
Es
un edificio de planta rectangular, que exteriormente se antoja cuadrada, a dos
alturas. Tejado a cuatro aguas con ventana abuhardillada en la caída oriental.
Fachada de piedra de mampostería con un espesor que varía entre los 60 y 70
centímetros, los ángulos del edificio se conforman con piedra de sillería, la
superficie por planta de cada una de las dos alturas es de 120 metros cuadrados
aproximadamente siendo la altura del edificio de poco más de 6 metros. Ambas
plantas son diáfanas en origen sin ningún tipo de división o tabiquería. Tiene
en su fachada norte una doble entrada (actualmente condenada), cada una de
estas dos puertas daba acceso independiente a cada una de las plantas, las
puertas originales fueron sustituidas por las anteriores de hierro y que nada
tenían que ver con la armonía del edificio. Dos ventanas en la planta baja a
ambos lados de la entrada, protegidas con recias verjas de hierro le conferían
una cierta seguridad contra intrusos.
Mientras
la iluminación de la planta superior está asegurada por tres ventanas y seis
ventanales en todo su perímetro, por el contrario la planta inferior está
pobremente iluminada pero sin caer el la penumbra.
Todo
el conjunto da una clara idea de ser diseñado para un gran almacén de grano y
en su fachada norte lo corrobora un antiguo azulejo blanco con la palabra
Pósito. En la fachada oriental se ha practicado la puerta de acceso en el lugar
donde antes estuvo condenada.
De
la solidez del edificio no nos cabe duda, salvo el lógico desgaste, y en el
interior al componerse mayoritariamente de madera, tanto sus escaleras,
balaustres y tarimas que fueron sensibles al uso y paso del tiempo, más si
incluimos el abandono hasta que afortunadamente fue restaurado. Volviendo a la
cubierta dada la forma autóctona de tejar con teja simple (a canal) produjo
demasiadas goteras que se podían apreciar en la escayola de la planta superior.
La planta baja sirvió de almacén durante los últimos años.
La
voluminosa superficie interior es muy difícil de imaginar desde fuera al
presentar su fachada un aspecto un tanto adusto y frio.
El
conjunto no ofrece ninguna nota disonante en cuanto a su armonía y como la
mayoría de antiguos edificios fuentelcespenses cada cosa está en su correcto
lugar.
Edificio
de propiedad municipal, recientemente restaurado parcialmente que promete dar
aun uso adecuado principalmente en facetas culturales.
Como
dato curioso, es de señalar que según nos refiere la tradición en este edificio
se ocultó Juan Martín “El Empecinado” tras su fuga de la prisión de Burgo de
Osma y antes de burlar a un pelotón de dragones franceses que despojó de sus
caballos y armamento.
Fotografías Alberto Miguel.
Fotografías Alberto Miguel.
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